Al parecer las autoridades del establecimiento se desentendieron de iniciar acciones para castigar a los estudiantes, y la víctima tuvo que retirarse del colegio. La familia decidió recurrir a la Justicia, la que tras una investigación concluyó que el establecimiento actuó de forma negligente, condenándola a indemnizar a la familia.
Esto marca un precedente importante para situaciones similares en el futuro. Es obligación de los colegios detener el bullyng, sobretodo cuando es denunciado a sus autoridades.