El uniforme escolar debutó en Chile en 1931. El próximo año la tradición cumplirá 90 años. No obstante, un grupo de parlamentarios presentó un proyecto legal que podría hacerlo optativo. La premisa es hacer más llevaderos los gastos familiares en educación, con la crisis económica desatada por el Covid-19. Asimismo, se pretende que desde 2022 cada comunidad escolar decida de forma autónoma qué vestuario es el más idóneo para sus estudiantes.
Las cifras hablan de un gasto familiar por año en el ítem uniformes de cerca de $80.000 anuales, el que podría verse disminuído si la idea se hace ley. Más detalles en la nota de The Clinic:
Mayor información, en la siguiente nota de Canal13 presente en nuestro canal de YouTube: