Todos los escolares, sin excepción alguna, cuentan con el potencial para ser estudiantes de excelencia. Solo hace falta la motivación correcta para lograrlo. Si bien es cierto a la mayoría de los padres no les interesa tener hijos “supergenios”, no es menos cierto que sí es relevante que los alumnos tengan buenas. Lo ideal es que los jóvenes utilicen el 100% de su potencial.
Según expertos en educación, la enseñanza tradicional está enfocada a desarrollar el hemisferio izquierdo en desmedro del derecho del cerebro. El izquierdo es el encargado de las funciones del habla, matemáticas y lógica. Mientras tanto, el derecho se encarga de las emociones, sentimientos y habilidades artísticas.
Es trascendental saber detectar cuales de estas habilidades no esta tan desarrollada en los hijos, para así potenciar sus capacidades.
La lectura, ayudar a entender las matemáticas de una manera entretenida, el deporte, aprender a tocar un instrumento musical o las artes son algunas del las actividades que ayudarán al escolar a mejorar sus notas. Que inicie alguna de estas actividades es solo una cuestión de querer hacerlo. Se pueden encontrar variadas alternativas para hacerlo, sin gastar mucho dinero. La idea es ayudarlo a encender la chispa de la genialidad que tiene todo alumno para que despierte en él la llamarada de virtuosidad.
Que tu hijo cambie de ser un estudiante mediocre a uno brillante, está en tus manos. El 50% de la responsabilidad de que esto ocurra depende de padres y apoderados. Los genes proveen la base, pero son los papás quienes pueden darle las alas a sus hijo para que despierte ese “pequeño Eisntein “que todo joven lleva