Ayudar a los hijos a desarrollar sus talentos no sólo fortalece su autoestima. También los ayuda a descubrir con mayor claridad su vocación profesional. Estudios indican que para los niños hacer actividades en las que son buenos les produce un gran bienestar emocional. En algunas áreas como el deporte y la música, es transcendental practicarlas a temprana edad para alcanzar niveles de excelencia.
La mejor manera de descubrir cuáles son los talentos de los hijos es poner atención en sus actividades favoritas. Una niña que disfruta clasificando objetos o armando patrones, posiblemente cuenta con un pensamiento lógico matemático avanzado, y seguramente ésta será uno de sus talentos. Un niño que goza jugando juegos de rol probablemente tiene habilidades para la actuación.
Los padres deben centrarse más en las habilidades que en las carencias de sus hijos. Un niño que se percibe como capaz será más seguro y tomará mejores decisiones. Muchas habilidades pueden potenciarse en casa y de forma sencilla. Un niño que manifieste interés por el arte puede ser llevado a un museo, o a talleres gratuitos que ofrecen las municipalidades.
No siempre es fácil para los adultos descubrir los talentos de sus hijos. A veces es necesario pedir la ayuda de un experto, o la de profesores y orientadores del colegio. Lo importante es darse el tiempo de hacerlo, pues potenciar las habilidades también es trascendental para mejorar el rendimiento académico de los alumnos.